El Laboratorio Nacional de Investigación en Tecnologías del Frío, LaNITeF, está dedicado al desarrollo tecnológico e innovación en tecnologías del frío así como a la vinculación con la comunidad científica y la industria mexicana
para la investigación científica y aplicada de conocimiento disruptivo en refrigeración y tecnologías asociadas, y la optimización del desempeño de sistemas convencionales, en la contribución al incremento de la eficiencia
energética y la reducción del impacto adverso al medio ambiente.
Ser el laboratorio mexicano precursor en la conformación de una Red Científica y Tecnológica Internacional para la transferencia de conocimiento de frontera en refrigeración y enfriamiento de espacios a la industria, a través del
fomento a la generación de Empresas de Base Tecnológica, siendo aliados estratégicos de nuestros clientes en la generación de soluciones integrales e innovadoras en la industria.
El Laboratorio Nacional de Investigación en Tecnologías del Frío – LaNITeF es el resultado de un esfuerzo interinstitucional entre el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), el Centro de Investigación Aplicada en Tecnologías Competitivas (CIATEC), La Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) a través de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), y el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI).
El LaNITeF encuentra su origen y su justificación en la creciente preocupación por la contribución de la industria de refrigeración y aire acondicionado al deterioro del medio ambiente a través de la emisión de gases potencialmente
contaminantes debido a la naturaleza química de los refrigerantes clásicos. En efecto, la demanda mundial de refrigeración y aire acondicionado es cada vez mayor debido al crecimiento de la población, la urbanización y en parte
también por el crecimiento económico que se registra en algunos países. Adicionalmente, el incremento exponencial en el consumo de energía por el uso de sistemas de enfriamiento en países emergentes y en desarrollo podría crecer
hasta en un 7% anual hasta el año 2050 (IEA, 2010). Aunado a esto, el aumento en el costo de las energías primarias, la distribución desigual o la escasez de las reservas de energía primaria en el mundo, hacen necesaria la
introducción de regulaciones y normatividades para, entre otro, prevenir la emisión de gases contaminantes.